martes, septiembre 17

La crisis de México de Daniel Cosío Villegas

Tengo en mis manos la impresión de un ensayo titulado “La crisis de México” escrito por Daniel Cosío Villegas casi entrada la segunda mitad del Siglo XX.

El texto es considerado por muchos el ensayo más lúcido e importante del siglo pasado por su contenido crítico. En él, hace una radiografía del rumbo que tomó la revolución mexicana al paso de los años. Desde el primer párrafo noS hace ver por dónde va, señalando que las metas de la Revolución se agotaron al grado mismo que el término revolución carece de sentido, explica que  ha caído en una serie de incongruencias que la llevaron a convertirla en lo que se propuso transformar.

Primeramente, valdría detenernos en decir que Daniel Cosío Villegas, fue un historiador y economista mexicano que fundó el Fondo de Cultura Económica, la Facultad de Economía de la UNAM y también fue fundador del Colegio de México, además fue miembro del Colegio Nacional. Escribió importantes obras que explican la historia de nuestro país y el funcionamiento del Sistema Político Mexicano, un intelectual honesto que entre sus muchos trabajos está “La crisis de México” ensayo del que vamos a hablar y  que sacó ámpula a la clase política de la época, por osar cuestionar el rumbo que había tomado la Revolución Mexicana.

El ensayo fue escrito en el año de 1946, publicado meses después en 1947. En el contexto propio, el de nuestro país, había tomado posición como presiente Miguel Alemán Valdez, ese hecho representó una alternancia en el poder, se dio paso a los gobiernos civiles, de los licenciados, después de un largo camino de gobiernos militares. En el contexto internacional, un año antes había terminado la segunda guerra mundial y con ello, se había aniquilado la amenaza del fascismo. México había estado del lado de los vencederos.

La narrativa generalizada era que el país se dirigía hacia el progreso a pasos acelerados, pero la mirada crítica de Cosío Villegas vino a poner las cosas en su lugar al desmitificar los logros obtenidos en el ya largo proceso revolucionario.

Las metas o tesis que se planteó la Revolución legítimamente,  fueron, primero, la condenación de la tenencia del poder; la ofensiva contra el porfiriato por parte de Madero fue, según Cosío Villegas, una tesis meramente política sin contenido social o económico alguno, la idea de “Sufragio efectivo no reelección” hacía visible que durante el porfiriato había surgido una generación que no tenía acceso al poder, ni a la riqueza, a nada, y que el orden y el progreso que trajo el porfiriato, valían ser sacrificados por la libertad y la democracia.

La segunda meta tiene que ver con la justicia social. La idea de anteponer los intereses de los más al de los menos. ¿Quiénes eran lo más? era toda la población agrícola, tres cuartas partes del país, era un México rural, también eran los obreros de industrias, los mineros y transportistas, los trabajadores de los talleres domésticos. Cosío Villegas identifica que al final del porfiriato, la estructura social contaba con 100 familias en la cúspide de la pirámide, y los demás eran desvalidos, los de abajo, en menor o mayor grado.

La tercera meta fue la del nacionalismo, que en 1910 se asoció, según Daniel Cosío, con la elevación económica y cultural del indio, exaltando sus virtudes, sus danzas, sus canciones, trajes y artes domésticas, el país se inclinó a preferir cuanto fuera mexicano, El nacionalismo se asoció contra todo lo europeo primero, y después contra el imperialismo, contra todo aquello que viniera del exterior.

Así pues, se identifica a Madero con la primera meta que tiene que ver con la democracia, a Zapata con la justicia social y a Diego Rivera con el nacionalismo mexicano.

Si bien para Cosío Villegas, todos los hombres de la Revolución Mexicana resultaron inferiores a sus exigencias, destaca algo extraordinario en ellos, que fueron hombres genuinos que en su experiencia personal estaban todos los problemas de México. Fueron personalidades que no gobernaron por la razón sino por el instinto, y eso traería la promesa de hacer valer todas sus causas, pero al final todos ellos resultaron inferiores a la obra, y ejemplifica diciendo “Madero destruyó la revolución, pero no creó la democracia, Calles y Cárdenas acabaron con el latifundio, pero no crearon la nueva agricultura mexicana”. El instinto, principal guía de los revolucionarios, solo sirvió para destruir el régimen anterior, pero no construyó gran cosa.

Cosío Villegas hace un justo juicio de la monumental tarea que significaba democratizar al país, las propias condiciones de México, cuya población estaba pulverizada en infinidad de poblados donde la vida ciudadana era imposible, no podía crear una vida cívica consciente y responsable. Si bien la revolución logró la renovación del poder a plazos breves de los gobernantes, pensemos que vacunó al sistema político contra la dictadura de un solo hombre, la renovación del poder a mitad del siglo XX seguía dándose por el móvil de la violencia, además que se creó una clase política estrecha, de elegidos, dice Cosío Villegas, que solo ellos podían acceder al poder.  Este es el primer gran fracaso de la revolución, el de democratizar realmente al país, Cosío Villegas señala el hecho, de que la renovación no haya sufrido la única prueba que podría darle carácter genuinamente democrático, que era un triunfo electoral por parte de la oposición.

Esto es interesante, habían pasado casi cuarenta años entre el inicio de la revolución y el día que Cosío Villegas terminó de escribir “La crisis de México”, hubo un largo proceso revolucionario, y en ese camino la revolución perdió su autoridad moral, por lo tanto se hubiera recompuesto el rumbo al dejar  pueblo al pueblo el nombramiento de sus gobernantes, porque el falló no cae ya sobre una sola persona, sino en el “régimen” revolucionario.

Cosío Villegas hacer una crítica profunda a la reforma agraria, más allá de las justificaciones sociales que validaban el reparto de la tierra, se necesitaba dar varios pasos adelante y encontrar más justificaciones, como por ejemplo, poder medir su éxito por medio del criterio lucrativo. Nunca se pensó en un esquema en que el campesino propietario de la tierra tuviera una mayor remuneración que el campesino asalariado, había que diseñar una agricultura nueva que resultara más lucrativa que la antigua, y ahí, la visión fue cortita y el fracaso fue mayúsculo. Con respecto al movimiento obrero, Cosío Villegas explica que la revolución no creo un sistema jurídico, que sin impedir el nacimiento y desarrollo espontáneo de los conflictos obreros, permitiera su eficaz solución en beneficio de los intereses superiores de la colectividad. Quiso ser un árbitro que regulara las tensiones obrero – patronales, pero la mayoría de las veces se inclinó en favor de los obreros, sin importar que tan injustas fueran las causas que podían defender. Fue así, que el gobierno quitó toda autenticidad al movimiento obrero, convirtiéndolo en un mero apéndice, movimiento que no tiene otro papel que el de servir al gobierno sumisamente.

La revolución fue tan destructiva, que acabó con toda la riqueza, la visión de los revolucionarios en un momento fue de que México sería en adelante un país pobre, pero en el cual la riqueza estuviera distribuida con equidad, pero la realidad social urgió a crear nuevamente la riqueza que se había destruido, y en vez de que la nueva riqueza se distribuyera parejamente entre todos, está cayó en los nuevos gobernantes emanados de la revolución.

Ante el tamaño de la crisis, advierte que México comenzará a vagar sin rumbo, y confiará la solución de sus problemas a la sumisión de los Estados Unidos, por eso el texto de Cosío Villegas es interesantísimo, porque parece una profecía que al paso del tiempo terminó por cumplirse, cuando ante le desastre económico, fueron nuestros vecinos los que nos lanzaron el rescate envenenado de la deuda, y sus inmensas subjetividades para querer ser como ellos.

Lo interesante del texto son las soluciones que propone Cosío Villegas a la crisis de México, y la primea es regresar el poder a las derechas, así como lo oyen, puesto que las izquierdas se han corrompido. Ojo aquí, no se espanten, la idea que Cosío Villegas plantea de regresar el poder a las derechas es porque así las izquierdas tendrían que purificarse, y el movimiento obrero se tendría que independizar y haría que sus intereses fueran suyos y de nadie más, igualmente pasaría con los campesinos. También advierte los riegos de que las derechas tomen el poder, como la imposición del incurable oscurantismo de la iglesia para ver todos los problemas de México. Advierte que la derecha mexicana, como cualquier derecha, carece de la comprensión y de la generosidad que necesita México. La derecha está representada en el PAN, un partido de denuncia, sin capacidad para organizar las instituciones del país y que tampoco tiene algún atractivo para el pueblo mexicano.

Cosió Villegas cierra proponiendo que desde la revolución salga una reafirmación de principios y una depuración de hombres, advierte que especula en milagros, pero a la vez dice que si no se reafirman los principios, si no se depuran los hombres, entonces no habrá en México autocorrección y la regeneración vendrá de fuera, y por lo tanto el país perderá su existencia nacional en un plazo no muy lejano.

Ensayo completo Memoria Política de México (memoriapoliticademexico.org)

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