Los años de la crisis
1982
Julián tenía 12 años cuando supo que existía la crisis. Algo grave estaba pasando y no entendía qué. Era el año de 1982 y su padre vociferaba contra José López Portillo, quien lloraba frente a la nación en su último informe de gobierno. Julián se estaba comiendo un plato de cereal con leche, su papá gritaba frente a una televisión chiquita que tenían en la cocina, los gritos le espantaban. En pocos días entraría a la secundaria y no alcanzaba a dimensionar que el país estaba en banca rota. —¿Qué vamos a hacer? —preguntó su mamá recargada en el fregadero de la cocina con los brazos cruzados mientras se fumaba un cigarro. Esa tensión era normal cuando el tema del dinero se ponía sobre la mesa, pero aquella mañana, el responsable del desastre económico daba cuentas a los ciudadanos, y e...