jueves, marzo 28

Jalen duro la cuerda

Imagen: El Universal

¿México es un país democrático? La democracia es la tensión que mantiene rígida la cuerda cuando esta es estirada hacia los extremos. ¿Por qué tenemos que pensar que la democracia es bonita? La democracia es como un matrimonio: la noche del primero de julio fue el compromiso, la transición los preparativos para la boda, el primero de diciembre la ceremonia con todo y fiesta, y el resto del sexenio el desgaste matrimonial del día a día;  quizá en seis años venga un divorcio y como diría mi tío Benjamín, cuando te vuelves a casar (entendámoslo como si existiera una alternancia)  es el mismo infierno con diferente diablo.  Esto de la democracia me recuerda al amor en palabras de Jacques Lacan: “el amor es dar lo que no se tiene a quien no es”. Es el arte de prometer lo que no se puede cumplir y mantener a la vez la ilusión democrática.

Pienso que México, con toda su complejidad, vive importantes niveles democráticos. Celebro que todas aquellas personas del Poder Judicial que se sienten agraviadas con el tema del sueldo, jalen con fuerza la cuerda y griten a todo pulmón la injusticia (según su legítima óptica) que se les está cometiendo. Entiendo que perder el privilegio de ganar casi 600 mil al mes para ganar nada más 100 mil, no tiene que ser aceptado con docilidad. También celebro que el ejecutivo esté bien plantado al otro extremo de la cuerda jugando su papel y usando el legítimo poder que tiene para ganar esta batalla y otras, y celebro que unas se ganen y otras se pierdan. Celebro que en la opinión pública nos pongamos neuróticos hablando de todos los temas. Celebro los contrapesos y que el camino de la vida pública de México sea esa rigidez constante de la cuerda. Por eso la democracia no es suavecita, es ríspida, desgastante, fastidiosa. Si la cuerda se afloja y deja de haber tensión ya no hay democracia; no es para que dos fuerzas se pongan a darle vueltas para que el pueblo salte y se divierta. La democracia significa ir a un lado de la cuerda y jalar fuerte, a veces es ir en medio y pasar la mano para sentir la tensión. Eso es la democracia y México está ahí, tenso, siendo jalado por sus poderes… y  lo celebro.

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